Corazón desierto

Se cansó del drama, de las noches de insomnio, de esperar a un príncipe azul que no llegaba. Se cansó de recomponer el puzzle en el que se había convertido su corazón. Se cansó del cuento con final feliz y cerró bajo llave los deseos de querer a alguien, incluso a sí misma. 

Pasó el tiempo y llegó a olvidar aquellos dulces instantes donde ella era feliz, olvidó valorar la lluvia golpeando suavemente el cristal o el rayo de luz que se cuela entre las rendijas. La sonrisa que le regalaba un desconocido o la ayuda de un buen amigo. Y por olvidar, olvidó lo que era estar viva por dejar de sentir dolor y miedo. Se rindió sin presentar batalla, y perdió, y se quedó vacía, desierta. 

  Pero entonces llegó él, con su sonrisa inocente y sus buenas palabras. Despacio descolocó su orden, la sacó de su monotonía, de sus ganas de controlar cada segundo, trajo color cuando ella bailaba entre grises. Hizo polvo su muralla y avivó una esperanza que ella negaba que existiera. Él llegó a un corazón desierto y salió rodeado de vida. Convirtió la arena en sueños, la soledad en planes y el sufrimiento en lecciones. Llegó cuando ella no le esperaba y se fue en el mismo silencio con el que había llegado.

Se fue porque su trabajo ya estaba hecho. Era amante de los desafíos, de los imposibles y sobre todo de los puzzles. Esos puzzles que llevan tanto tiempo en una esquina olvidados que parece que han perdido piezas y sentido. Era amante de todo lo incomprendido e incompleto, pues veía belleza en ello. Y vio en ella un trabajo por hacer. Un trabajo de juntar las piezas que otros habían roto, de quitar el polvo y la arena que había dejado el tiempo. De cuidar lo que ella había dejado de regar. Dio todo por alguien que no daba nada y cuando el desierto se convirtió en oasis, y la vida floreció una vez más en un lugar que nunca debió ser hostil, se fue. 


Ella le dejó ir, porque hay gente que se pasa por nuestra vida, nos deja huella que no cicatriz, y nos deja un sabor de boca de un “hasta pronto”. Y ellos se dijeron sin palabras, un sincero “hasta que nos volvamos a encontrar”.


-Cometa
#SoloUnaHistoriaMás

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