Un día como hoy

No os pasa que a veces os sorprendéis pensando en cómo conocisteis a esa persona. En cómo un momento de vuestra vida con tal importancia lo vivisteis como un simple día más. En cómo ahora te fijas en el rostro que te hace tan feliz y sin embargo ese día te pareció corriente, normal, sin nada destacable. 

Y ahora, ahora te enamoran sus lunares y sus pecas, en su sonrisa torcida o su pelo alborotado. Te paras a pensar, y recuerdas ese día, recuerdas que conocerle fue una casualidad, una preciosa casualidad. Y por recordar, recuerdas hasta como iba vestido, como caminaba y como sonreía. Y ahora caes en la cuenta en el tiempo que ha pasado desde entonces, y todas las historias que hoy compartís. 

Caes en que, ese día que ahora es tu tesoro, antes, antes era un día frío de otoño a mediados de octubre. Un día cuyo número no te pareció relevante ni merecedor de recordar. Un día más en un año largo, un día que se borró de tu memoria hasta que pensaste en cómo empezó todo. 

Y empezó sin más, en silencio, despacio y poco a poco. Que te fue llenando el corazón sin darte cuenta y luego bam estaba por todos lados. Que llegó por casualidad, por un capricho del destino o del azar, que siendo nada se convirtió en tu todo. 

Siendo tanto y antes tan poco, que al principio te pareció tan x y sin embargo es tan y. Que pasasteis de hablar sin más, a hablar de eso, de aquello y de cualquier cosa para alargar los segundos, minutos y horas. 

Ahora estrujas ese primer instante que compartisteis, ese instante donde un hola nunca valió tanto, donde un "encantado de conocerte" te hace temblar. Temblar de amor, de emoción, de dibujarte esa sonrisa picara, esa sonrisa que no se cansa de pintar en tu rostro. 

Te sorprendes pensando en ese día, te sorprendes porque fue un día más y sabes que no lo fue. Porque relegaste su recuerdo en el más injusto de los destinos, el olvido. Y sabes que darías cualquier cosa por volver y decirte, susurrando al corazón:

"Acuérdate de hoy, porque hoy, hoy, has conocido a tu persona, a la que no te va a dejar de lado. Al que vas a tener siempre, al que se queda contigo y tu con él. Al que ves crecer cada día por ser mejor, por ser más, y más contigo. Acuérdate de este día, de este instante. Porque este instante, este instante se merece todo."

Sonríes porque aunque no te acuerdes del número, aunque no te acuerdes si fue en marzo, junio u octubre, sabes que a hoy, hoy le das el valor que tiene. 

Porque hoy, hoy vas de blanco y el de negro, porque él te espera al final del pasillo. Porque hoy, tu tiemblas y él se muere de nervios por verte andar con ese vestido y ese ramo de flores. Porque hoy quedará para la posteridad, junto con ese primer encuentro, junto con vuestro primer beso y con todos los demás momentos de vuestra historia. Y hoy tiene numero, tiene mes y tiene, para el resto de vuestros días, un valor incalculable. Y eso, eso te hace sonreír, te hace recogerte ese pelo rebelde, te hace levantarte, y andar hacía la puerta.

Te esperan todos los recuerdos que quieras almacenar, te esperan buenos y malos, y te esperan momentos simples. Momentos pequeños que luego, luego mirarás y verás la gran importancia que tienen para la historia, para vuestra historia, para tu historia.

Sonríe, porque tu vida esta llena de esos instantes silenciosos y pequeños que hacen de tu vida, la gran maravilla que es. Y hoy, hoy brindaras por ese preciso momento donde os conocisteis, por ese momento que hecho raíces y se convirtió en tu hoy. 

- Cometa
#SoloUnaHistoriaMás



Comentarios

  1. Me emocionado, se me ha caido una lágrimita. No se si porque esta vez has hablado al lector, que me ha llegado tanto. Me ha recordado la importancia de cada día de la vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, me alegra oír que te ha emocionado, espero seguir haciéndolo en próximos relatos,
      un abrazo,
      Cometa.
      #SoloUnaHistoriaMás

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

A quien madruga...

Convocatoria: #MuchasPatas

Descubriendo a: Legado Antología Benéfica